sábado, 8 de diciembre de 2012


Piloto fallecido se sacrificó para no aplastar a colegio

El piloto José Marín pereció en un choque de dos Bronco. Maniobró la aeronave para no caer sobre una escuela en Aragua. Al cierre de esta edición se esperaba que los restos llegaran a la Base Aérea Rafael Urdaneta. El funeral es en la Mansión Apostólica y el sepelio en Jardines La Chinita



La Fuerza Armada Nacional está de luto. José Rafael Marín Barros (32), instructor de la Base Aérea General Rafael Urdaneta, pereció calcinado ayer. El avión OV10 Bronco que piloteaba chocó contra otro igual en Aragua durante una práctica militar.
El uniformado tras la colisión maniobró la nave, mientras su compañero, el capitán Luzardo, se eyectaba. Marín se sacrificó para no aplastar un colegio rural y producir una desgracia. No le dio tiempo de presionar el botón y salir al aire con su paracaídas. Cayó sobre terrenos baldíos de la finca Las Trinitarias, en el sector San Luis, municipio Linares Alcántara, explicó el general Andrés Macario Castillo Rivas, jefe de la Base Aérea Rafael Urdaneta (Baru).
El Bronco se estrelló contra la maleza y explotó. Marín quedó adentro y las llamas lo consumieron. Los restos de metal caliente tapiaron el cadáver. Los rescatistas lo sacaron calcinado a las 1.20 de la tarde, dos horas después del siniestro.
El mayor Vásquez, quien piloteaba la otra nave, logró salir expelido. A él y a Luzardo, luego de pisar tierra los trasladaron al Hospital Central de Maracay. No sufrieron daños mayores.
El país conoció la tragedia luego de que Ernesto Villegas, ministro de Comunicación en Información, publicara en su cuenta de Twitter (@VillegasPoljakE). "Lamentable hecho en ensayos del desfile aéreo por el Día de la Aviación Militar (el próximo 27 de noviembre). Falleció un valeroso aviador...".
Desconsuelo
María de los Ángeles Urdaneta y Santiago (3) llegaron a la Baru a las 9.30 de la noche. La joven con la cara lavada por las lágrimas atendió a los medios, a pesar de que su pequeño le decía: "Mami, me molestan las luces (de las cámaras)".
"No hay palabras para expresar lo que sentimos en este momento, que jamás nos imaginamos vivir. José Rafael fue un gran piloto, quien murió por amor a la patria... murió en su avión".
A la viuda la acompañaba su padre, Neiro, quien con los ojos húmedos confesó haber perdido a un hijo. Lo describió como un joven excepcional y sano. "No bebía, no fumaba... era un apasionado por su trabajo, por la tecnología. Un día me dijo: 'Amo a su hija infinitamente, porque nunca me ha puesto obstáculos en mi trabajo'. José murió como un héroe".
Ficha personal
José Rafael Marín Barros (32), conocido como "Atar", nació en Valencia en 1980. Llegó a la Base Aérea General Rafael Urdaneta en 1999 con el rango de subteniente. Le conferirán el ascenso post mórtem a teniente coronel. Hace dos semanas llegó de Brasil, donde realizó varios cursos de mejoramiento aeronáutico. Organizó la Feria Aeronáutica que se celebró desde el 15 hasta el 18 de noviembre pasados. Fue aficionado al aeromodelismo.
Al cierre de esta edición, familiares y uniformados esperaban los restos de Marín en la Baru. Los trasladarían desde la Base Aérea Libertador, en Aragua. Diego Moreno, ministro de la Defensa, y José Gregorio Pérez Escalona, comandante general de la Aviación, asistirían al funeral que se realiza en la Mansión Apostólica. En el cementerio Jardines La Chinita le darán santa sepultura.
Murió para salvarle la vida a quienes estaban en tierra. Sé que luchó hasta el final. No era un hombre que se rendía ante los retos

Sada Heredia

                                                                                          

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